¿Nunca sentiste que toda tu vida era un castillo de naipes?
Pues bien, hoy día pasó una tormenta que todo al piso se llevó
y bajé la mirada y miré hacia los naipes mientras los recogía
uno por uno, de a pocos, en cada figura había un recuerdo
el recuerdo de cada momento en que coloqué ese naipe
uno sobreotro con mucho esfuerzo para construir mi castillo
que ahora nada es.
Y mientras recordaba con cariño y desdén,
mientras pensaba en que un día fui reina
decidí dejar los naipes en el piso
y no mirar hacia abajo NUNCA NUNCA MÁS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario